7 ene 2009

RAFAEL NADAL EL MEJOR DEL 2008.

El tenista español terminó por primera vez en su carrera como el número uno del tenis luego de destronar, después de cuatro años, al suizo Roger Federer.

Nadal hizo lo contrario de Federer, mientras el español marcaba este 2008 como su mejor temporada desde que es profesional, el suizo cerraba un año “terrible” de acuerdo a lo que ya nos tenía acostumbrado.

El español se hizo de dos de los cuatro Grand Slams: Roland Garros y Wimbledon, además de ganar la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Beijing. A esto hay que sumarle varios torneos de serie master y otros “menores”.

Con todos los logros que obtuvo Rafa el año que terminó, sin lugar a dudas que el número uno lo tiene bien merecido y el 2009 tendrá la obligación de mantenerlo y demostrar que no fue simple casualidad.

En cambio para Roger todo fue diferente. Aunque llego a la semifinal de Australia, finales en Roland Garros y Wimbledon y campeón en Estados Unidos, no es suficiente para el “Reloj Suizo”. El 2008 no se pudo alzar con ningún master series, ni con lo que ya era como suyo la Masters Cup.

En fin, el 2008 para Federer y sus seguidores fue un año para olvidar rápidamente y que ojala no se vuelva a repetir hasta el fin de su carrera. Sabemos que Roger tiene las armas suficientes para remontar lo que fue el año pasado y volver a ser lo que ya es, el más grande de la historia.

EL PARTIDO SOÑADO

Pero aparte de lo bien que le fue a Nadal y lo mal que le fue a Federer, el “superclásico” del tenis ya esta instalado. Grandes batallas hemos visto a lo largo de estos últimos tres años: Montecarlo, Roma, Hamburgo, etc, etc, etc… Pero sin lugar a equivocarme, y equivocarnos, la final de Wimbledon 2008 fue sencillamente espectacular, por largo la mejor final y el mejor partido de la historia.

Fueron casi cinco hora de un intenso partido, vamos un partidazo, además contó con un ingrediente más que fue la lluvia, y las constantes paras, pero eso no importo igual los gladiadores estaban en plena batalla.

Se me pone la piel de gallina de solo recordar aquel 6 de julio del 2008, vaya que batalla, creo que es de esos partidos que después de varios años, uno este sentado junto a sus hijos y en la televisión pasen imágenes de esa final, y se pueda decir con orgullo “yo tuve el agrado y placer de ver ese partido” y de sufrir, e hinchar por uno o por otro, simplemente fue sensacional.

El marcador habla por si solo 4-6, 4-6, 7-6, 7-6, 7-9 a favor de Rafael Nadal. Ese día el mundo deportivo se levanto de su silla, y cada uno desde donde estuvo viendo el partido, seguro brindo un aplauso sonoro a los dos caballos de guerra del tenis. El uno, el más grande de la historia y el otro, el que se va abriendo paso día a día y va instalando su nombre junto al de los grandes de este deporte.

Gracias Roger, gracias Rafa por habernos brindado tan gran encuentro. Jamás lo olvidaremos…

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